ENSAYOS DEL CURSO PROPEDEÚTICO


I. El método.

El procedimiento es lo esencial de la Ciencia, es lo que permitirá reconocer la verdad[1] y así, quien desee conocer y más aún proponer en este campo, deberá considerar la utilización del Método para obtener respuestas. La forma importaría más que el fondo a no ser que el fondo -que en este caso sería el qué- es condición y condicionante del cómo.
Otras condiciones básicas para hacer Ciencia son, además del Método, el Sistema y el Concepto. Las ideas, juicios y opiniones que se tienen de las cosas conforman la noción de Concepto, y cada área científica tiene su propio léxico. El Sistema son los principios y reglas y todo aquello que dirija la materia que se investiga.[2]
En cuanto al Método los requisitos para conformarlo son la hipótesis o suposición de una posible respuesta a un problema; la observación y registro de datos; la clasificación y ordenación de los datos recogidos y la generalización de tales datos para conformar una explicación. Tal descripción es aplicable a cualquier área de la Ciencia , sin embargo, según sean los objetos y/fenómenos estudiados habrá de configurar procedimientos afines a la naturaleza de la situación. En el caso de las áreas sociales y humanas las metodologías aplicadas son de carácter cualitativo, subjetivo, fenomenológico y encaminadas al entendimiento de lo individual en lo colectivo y viceversa.
La investigación atiende a la necesidad de responder interrogantes y/o a la resolución de problemáticas, entonces quien desee conocer se acercará a través de maneras propias del conocimiento: el análisis, la síntesis, la inducción y la deducción, entre otras posibilidades.
El análisis es la descomposición de un todo en sus elementos más básicos, aquí se parte de la observación y el examen de un hecho en particular con el propósito de comprender su esencia. Este proceso implica la sistematización en varias etapas:
a) La Observación detenida de un fenómeno.
b) La descripción o transcripción de lo que se ve.
c) El examen crítico del fenómeno para conocerle en todos sus detalles y aspectos.
d) La descomposición del fenómeno.
e) La enumeración de las partes.
f) La ordenación que facilita la comprensión del estudio.
g) La clasificación.

Una vez efectuados estos pasos será posible dar explicación del fenómeno, hacer comparaciones, establecer relaciones, comprender y llegar a leyes que determinen los sucesos. Como meta y resultado final de tal análisis se llega a la síntesis que es “una operación fundamental del espíritu por medio de la cual logramos la comprensión cabal de la esencia de lo que hemos conocido en todos sus aspectos particulares”.[3]
En el proceso de inducción, los conocimientos particulares van a los generales y en el de deducción lo generales remiten a lo particular, de esta manera las suposiciones de lo micro, inmediato o individual están relacionadas y dan explicación a las de grupo, a nivel macro o de otras temporalidades y espacios. Todo lo anterior remite a la concepción aristotélica de las categorías y a una simple descomposición de los fenómenos y objetos de estudio para dar respuesta a problemáticas que resultan más complejas en lo humano porque implican interrelaciones, tiempos y espacios históricos e individuales donde se necesitan formas de acercamiento más orgánicas, más flexibles.
El subjetivismo, las metodologías cualitativas, la fenomenología y la hermeneútica en su conformación han de atender a la naturaleza humana y a la capacidad pensante del individuo, son métodos propios de las áreas sociales y del individuo.
En Psicología, como en cualquier otra Ciencia, los objetos de estudio no son entes materiales, sino conceptos y, en lo que en rigor se estudia son las relaciones existentes entre estos conceptos. En este caso sólo habría Ciencia cuando fuera posible realizar observaciones repetidas e incluso reproducibles en condiciones prefijadas, sin embargo la experiencia individual compete sólo al individuo mismo, incluso en cuanto a los padecimientos mentales: no hay enfermedad sino enfermos.[4] La incapacidad de las Ciencias positivas está en remitirse a los hechos, lo que es impropio de aplicar al comportamiento. Husserl crea la fenomenología atendiendo a la experiencia personal como la única manera de acceder al conocimiento, excluyendo prejuicios lo que hace a este método el único estrictamente científico y positivo. “Lo que se muestra a sí y en sí mismo tal cual és”, “ir a las cosas mismas” es ir a la esencia, la Fenomenologái explica a través de cómo el sujeto vive un fenómeno determinado tratando de no contaminarle con conocimientos previos.
El fenómeno es pues el objeto de la investigación fenomenológica y el instrumento es la intuición que es la visión intelectual del objeto del conocimiento, “la visión directa, no meramente la visión sensible, empírica, sino la visión general, como forma de conciencia en la que se da originalmente algo, cualquiera que sea esta forma, es el fundamento último de todas las afirmaciones racionales”.[5]
La intencionalidad que refiere a algo como objeto del sujeto y la abstracción como aspecto individual que se investiga desentendiéndose de lo demás son conceptos característicos a esta metodología y ayudan al estudio de los fenómenos.
Este tipo de estudios están cercanamente relacionados con la hermeneútica, la semiótica y otros que implican al estructuralismo y también se aplican a los fenómenos estéticos y del espacio plástico.






Bibliografía

Asti Vera, Armando
Metodología de la Investigación
Edit. Kapelusz
1968

Bavaresco de Prieto, Aura
Las técnicas de Investigación. Manual para la elaboración de Tésis, Monografías, Informes.
IV Edición South-Western Edic.
1979

Granger, G.G.
El concepto de Información en la Ciencia contemporánea. Coloquios de Royaumont. VI Edic.
S.XXI Ediciones 1968.1982


[1] Bavaresco de Prieto, Aura Las técnicas de Investigación. Manual para la elaboración de Tésis, Monografías, Informes, pág. 17
[2] Bavaresco, opus cit, pp 18-19
[3] Opus cit, pág. 23
[4] Asti Vera, Armando Metodologías de la Investigación, pág. 68
[5] Asti Vera, opus cit, pág. 70


II. La Pintura como campo de estudio

“Los artistas son místicos más que racionalistas.
Ellos llegan a conclusiones que la lógica no puede alcanzar.”
Sol LeWitt

El Arte se puede entender como una manifestación del espíritu a través de la materia[1] éste es pues mi campo de estudio, específicamente el de la Pintura. El interés personal hacia esta área se da a partir de que resulta una actividad casi vital y atiende a la necesidad de profundización y profesionalización.
La pintura aquí se plantea como acto y se trata de indagar sobre la cuestión de la imagen partiendo del proceso creativo. Aquí cabe mencionar los antecedentes del problema:
La imagen -como objeto que se pone en lugar de otro para representarle- es principio y fin de la construcción de la obra artística. Existe un motivo para la creación que puede ser una fotografía de una pintura, no cualquiera sino que atienda a la noción de la tradición pictórica y a partir de este objeto se realiza una o varias pinturas que hagan referencia al motivo inicial; pero el resultado final no es la pintura propiamente, sino la manipulación de la imagen de estos resultados pictóricos para establecer así otro tipo de relaciones referenciales.
El campo de estudio es pues la pintura entendida como una derivación a otras posibilidades técnicas como el diseño y planteada bajo cuestiones más ontológicas. El proceso creativo tiene aquí vertientes fenomenológicas que tratan de entender formas de ver y hacer individuales que necesariamente están interrelacionadas con otras múltiples sujetividades a nivel inmediato e histórico.
El acto de pintar implica procesos de reflexión que aquí apuestan a encontrar un sentido más esencial del arte: qué es, cómo lo vivimos y qué necesidad llena. Hablar aquí de función del Arte obligaría a colocar el proyecto a niveles más filosóficos pero lo que se pretende es entender a qué responde la relación Arte-realidad social. Arthur C. Danto considera que el Arte a través de la Pintura atiende a una promesa de curación[2] lo que quizá, debido a la importancia del pensamiento del crítico de arte sea uno de los criterios a atender.
La realidad personal puede ser entendida como una muestra a nivel micro de una macrorealidad[3] y son los medios y las mediaciones contemporáneas las que de cualquier manera permitan la configuración de ideas y acciones: necesariamente soy vehículo del discurso y soy parte del espíritu de mi tiempo. Este manifiesto no puede quedarse como pura intención ya que lo que aquí interesa es hacer Ciencia en el mejor de los casos y por ello han de establecerse referencias con otras ideas y campos de acción.
La pintura de la que aquí se habla se puede explicar a partir de la historia del Arte, como resultado de las condiciones materiales y espirituales de una época; se explica también a partir de teorías de estética y de sensibilidad; se aborda desde lo fenomenológico ya que es vivencialidad individual; desde la hermeneútica por atender a estructuras y formas de comunicación y tener lenguaje propio; se aborda bajo teorías de la percepción y el papel del receptor por quien la vaya a ver y porque el pintor la va a ver primero; se configura a partir de la teoría de la imagen porque una pintura es una imagen pero no toda imagen es una pintura; también habrá de explicarse a partir de la teoría de los diseños porque la pintura es un objeto y más aún: es un objeto tecnológico.
El campo de estudio se entiende como una compleja estructura de interrelaciones que se condensarían hipotéticamente en un objeto pictórico. Si es o no artístico dependería de consideraciones ajenas que caracterizarían al objeto y que necesariamente estarían en perspectiva espacial y temporal. Sería más sano hablar de los resultados de la investigación que darían respuesta al problema de la imagen y su relación con la pintura desde el punto de vista del creador. La hipótesis sería poner en evidencia las relaciones y referencias a la tradición pictórica en el nivel de las imágenes -de lo meramente visual- por medio de un objeto material.




Bibliografía

Alzate Salgado, Jorge Metodologías cualitativas en las Ciencias Sociales, UAEM, 2007

C. Danto, Arthur, Después del Fin del Arte. El arte contemporáneo y el linde de la historia, PAIDOS, Barcelona, Buenos Aires, México 1997.1999

Hegel, G.W.F Lecciones de Estética, Ediciones Coyoacán, 2005


[1] A partir de la explicación hegeliana de que “el arte es una forma particular en la cual se manifiesta el espíritu porque él puede, para realizarse, revestir otras formas” Hegel, Lecciones de Estética.
[2] C. Danto, Arthur, opus cit, pág. 206 Este halo de misticismo es más claro con la pintura oriental donde lo espiritual ha sido condición sine qua non en su tradición pictórica.
[3] Alzate Salgado, Jorge Metodologías cualitativas en las Ciencias Sociales

III. Metodología Cuantitativa.


Los fenómenos humanos son objeto de estudio científico, se puede acercar a este tipo de problemas ya sea desde lo cuantitativo (encuesta, estadística) o lo cualitativo que aquí interesa.
Algunos de los Métodos cualitativos son el Comprensivismo que trata de entender o aprender intelectualmente las acciones humanas, motivos y propuestas con el entendido de que la realidad social es intersubjetiva; el Método histórico que entiende las transformaciones sociales; el Método comparativo donde hay conciencia de la diversidad de subjetividades y considera la estructura para entender el comportamiento social; la hermeneútica donde se trata de interpretar productos culturales y la fenomenología que plantea al sujeto y su relación personal y única con los fenómenos.[1]
Estos procedimentos atienden a la comprensión más que a la explicación de los fenómenos y tienen en cuenta la relación objetividad-subjetividad y, en últimas nociones hacen énfasis en las intersubjetividades donde los sujetos con sus propias vivencias interactúan.
El fin de la Ciencia convencional queda establecido con la llegada de planteamientos como el de la Auopoiesis y el Acoplamiento Estructural de Maturana y Varela, la Teoría de la Complejidad y los Sistemas Sociales donde las ideas y la naturaleza de la Física, la Biología, la Cibernética y la nouvelle ecologica dan lugar a un entendimiento más complejo y orgánico del mundo dejando muy atrás las concepciones positivista y mecanicista. Así la reflexividad se da bajo principios biológicos de complementariedad. Entender lo humano es entender las interrelaciones con el entorno y más aún con lo fisiológico propio: “no podemos sólo salir del mundo determinado de nuestro cuerpo y nuestro sistema nervioso”[2]; incluso el mismo investigador sería parte de los acontecimientos como plantea el Sistema observador de Heinz Von Foerstek.
El sujeto se plantea entonces frente a una estructura y la argumentación se explica a partir de lo fenoménico y lo existencial de la construcción social de la realidad[3] entonces la forma de entender es lo social pero emergiendo del mismo sujeto.
El papel de las Instituciones a nivel estructural son marco para la acción, éstas han sido elaboradas históricamente por la acción social, organizan la solución a problemas humanos y completan el círculo permitiendo el surgimiento de la acción social que las ha formado.[4] El papel de las instituciones es importante tomando en cuenta la relación individuo-estructura y bajo la noción de que el individuo es egoísta y que sin la estructura acabaría autodestruyéndose; la conciencia pues está limitada por la misma institución por ello el sujeto no es actor reflexivo pleno.
La Comprensión, como procedimiento cualitativo, trata de acercarnos a la explicación del por qué el hombre hace lo que hace por lo tanto pone en marcha la reflexividad social; método que activa el autoconocimiento lo que da poder de emancipación. En la Explicación se enseña, no a querer lo que queremos, sino a conseguirlo sin frustrarnos. Lo cualitativo reconoce la relación vital sujeto-sujeto quien al conocer se realiza como ser.
Las posibilidades de las metodologías cualitativas permiten:
Atender al sujeto reflexivo lo que permite comprender a los procesos históricos como historias de los sujetos.
Entender que la investigación es un sistema donde el observador transforma la realidad.
Recobrar el yo investigador como persona y sujeto lo que potencía la capacidad creativa y permite una nueva narrativa para explicar los resultados de las investigaciones.[5]

Bibliografía
Alzate Salgado, Jorge
Metodologías cualitativas en las Ciencias Sociales
UAEM, 2007

Blone, Mendicoa
Manual teórico práctico de Investigación Social. Apuntes preliminares
Espacio Editorial
Buenos Aires 2000.
[1] Blone, Mendicoa Manual teórico práctico de Investigación Social. Apuntes preliminares
[2] Varela, opus cit pág. 118
[3] Según lo planteado por la Hipótesis de acción social de Dawe en 1988. Opus cit, pág. 115
[4] Opus cit, pág 121
[5] Alzate Salgado, Jorge en su ensayo “El largo debate entre lo cualitativo y lo cuantitativo o el sentido profundo del conocimiento social”, opus cit, pág. 127